"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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15-12-2019 |
El Atlas del Agro-Negocio
Juan Luis Berterretche
El Atlas del Agro-Negocio
El Atlas del Agro-Negocio fue presentado en su primera edición en Alemania por un conjunto de organizaciones que defienden la justicia socio-ambiental global. En Brasil, dos de esas organizaciones, la Fundación Heinrich Böll y la Fundación Rosa Luxemburgo , sumaron fuerzas para traducir, actualizar, adaptar y contextualizar informaciones reunidas en el original, acrecentando varios artículos con relevancia especial para la sociedad brasilera. Esperamos que la publicación contribuya para mejorar la comprensión de las relaciones entre la economía globalizada y quien controla lo que comemos.
Annette von Schönfeld, Fundación Heinrich Böll Diretora de la Oficina Brasil.
Gerhard Dilger Fundación Rosa Luxemburgo Director de la Oficina regional Brasil y Cono Sur.
Juan Luis Berterretche, realiz ó esta traducción-síntesis del Atlas del Agro-Negocio para Casa de América Latina (CAL)
Introducción
El primer paso para construir políticas públicas que apunten hacia el interés colectivo es intervenir en la discusión y entender las estructuras de poder, los modelos de negocio y de desarrollo que el sector en estudio representa y las estrategias de crecimiento de las empresas transnacionales.
La propaganda del agro-negocio no menciona más a Brasil, y hoy es el país donde más defensores de los territorios y del medio ambiente son asesinados.
En el campo, el país sigue la tendencia mundial de encogimiento de los espacios para actuación comprometida y crítica de la sociedad civil. Así como en otras partes del planeta, las posibilidades de diálogo y debate son disminuidas; la democracia se fragiliza en el momento en que parece más necesaria que nunca. El sector del agro-negocio se presenta como símbolo de modernidad y eficiencia, con dominio pleno de diferentes tecnologías, incluyendo lo que hay de más avanzado en el mundo digital en el desarrollo de la agricultura de precisión ( precisión de agriculture, en inglés). En la práctica, sin embargo, las nuevas tecnologías no se han revelado tan eficientes así, por lo menos no, cuando el tema es la defensa de la vida.
El Atlas relaciona la diseminación de algunas de las nuevas tecnologías a la pérdida de fertilidad de los suelos, a la reducción de la biodiversidad, a la muerte de océanos y al aumento creciente de emisión de gases de efecto estufa. En la parte social, la nueva agricultura está relacionada a la pérdida de puestos de trabajo en el campo sin ofrecer alternativas. La consigna de la industria el “Agro es Todo” avanza con apetito concentrándose no sólo sobre las tierras, sino también sobre todas las etapas relacionadas con el complejo agro-industrial. El mercado de semillas, por ejemplo, afectado por fusiones billonarias, pasó a ser dominado por cuatro empresas transnacionales. Son compañías que hoy tienen el poder de influenciar y hasta definir precios y lo que es producido en cada local. La lógica de la concentración, de pocas empresas tomando decisiones que afectan millones de personas, se repite en la comercialización y distribución, así como en los mercados de venenos y de fertilizantes químicos. Mismo quien intenta escapar de ese sistema de alimentación industrial corre el riesgo de acabar tragado por él. Al mismo tiempo que avanza la concientización sobre cambios climáticos y la preocupación con el cuerpo y el bienestar, surge un nuevo nicho de mercado en que alimentos saludables son presentados como productos “gourmet”.
Breve historia del Sistema Industrial-Agrícola actual
Los orígenes del sistema industrial agrícola, denominados en el Atlas como agro-negocio , pueden ser rastreadas a partir del último cuarto del siglo XIX en Gran-Bretaña, que ejercía, entonces, el poder comercial dominante del mundo. Las primeras grandes empresas agrícolas con actuación global surgieron por una serie de razones, tanto tecnológicas como institucionales. El trabajo agrícola fue mecanizado; los agro-tóxicos fueron inventados y comercializados; trenes, navíos y puertos revolucionaron el transporte; y nuevas tecnologías mejoraron la preservación y el almacenamiento de alimentos. El libre comercio eliminó las barreras tarifarias y los mercados de futuros superaron la escasez de capital vendiendo las cosechas antes mismo de la semilla haber sido plantada. Del punto de vista de la producción agrícola, esas corporaciones podrían a groso modo, ser divididas en empresas de montante (donde nacen los ríos) y de jusante (donde ellos desaguan). Las empresas a montante fornecieron máquinas agrícolas y agro-tóxicos para grandes propiedades en Europa y extensas haciendas familiares y comerciales en las Américas. Empresas a jusante centraron en la comercialización, en el procesamiento primario o en el desenvolvimiento de nuevas tecnologías de preservación y transformación de los alimentos para producir comidas y bebidas para el consumo urbano.
En la década de 1930 , el desarrollo de la hibridación posibilitó el cruzamiento de diferentes variedades de cultura o linajes de reproducción. Eso llevó al surgimiento de empresas productoras de semillas y de reproducción. Cada una de esas industrias tenía sus propias tecnologías o estrategias de marketing que creaban barreras a la entrada de nuevas empresas. El comercio minorista de alimentos permaneció local y familiar hasta la década de 1950 en Estados Unidos (EUA) y hasta la década de 1960 en Europa, cuando las cadenas de supermercados (self-service) surgieron. Con el aumento del proteccionismo y el declinar del comercio en la primera mitad del siglo XX, grandes compañías de EUA y de Europa se transformaron en empresas transnacionales, invirtiendo en otros países, y no apenas exportando sus productos para ellos.
Oligopolios, en que pocos jugadores determinan las reglas del juego, surgieron en varios niveles a lo largo de la cadena de valor.
Ese proceso fue acelerado con los programas de reconstrucción liderados por EUA en Europa después de la Segunda Guerra Mundial y reforzado por el surgimiento de nuevos tipos de productos: fast food, lanches y bebidas. Las empresas montadas de máquinas y agro tóxicos, junto con la recién creada industria de semillas, abrieron el camino para la industrialización de la agricultura en Europa. La ayuda al desarrollo de la Revolución Verde , con su dependencia en semillas, fertilizantes, agro-tóxicos y máquinas, permitieron la diseminación de esas empresas en Asia y en América Latina.
El crecimiento económico pos-guerra y el aumento posterior de éste llevaron a un cambio en las dietas. Las opciones de alimentos se expandieron. De acuerdo con la Ley de Engel , (a medida que la renta aumenta, la proporción de renta gastada en alimentos disminuye). Las empresas respondieron a esa potencial pérdida de facturamiento lanzando productos nuevos y más caros e intensificando su marketing. Los pequeños negocios fueron sustituidos por los supermercados, y los inmensos revendedores ejercieron su influencia tanto en el inicio de la cadena agro-alimentar –productores y procesadores – como en el final: en los consumidores.
Las preocupaciones con la salud y el bienestar físico crearon demandas por productos frescos, como vegetales, frutas y peces, que pasaron a ser estructurados bajo el control directo de los minoristas. En la década de 1980 , las transnacionales agrícolas fueron crecientemente se transformando en “ global players” , con intereses en el mundo entero.
En los países en “desenvolvimiento capitalista” , la liberalización desmanteló los controles estatales sobre los mercados de commodities y las barreras tarifarias, llevando a una rápida expansión del comercio mundial de productos agrícolas.
Los grandes minoristas comenzaron a organizar nuevas cadenas de abastecimiento para obtener productos frescos oriundos de los países en “desarrollo capitalista”. Se expandieron también en los mayores países en “desenvolvimiento capitalista” -en Asia por ejemplo-, con el objetivo de atender las necesidades de sus nuevas clases medias.
Con el proteccionismo y “desreglamentación” – el complejo agro-industrial continúa creciendo. Fusiones aumentan el tamaño y el poder de las empresas en toda la cadena de valor. En la actualidad presenciamos un nuevo cambio en la comercialización en Brasil, donde los supermercados están siendo sustituidos por enormes mayoristas o “atacadistas” Recorriendo el sur de Brasil presencié varias inauguraciones de “enormes atacadistas” -como Fort por ejemplo que se ha extendido en todo el sur del país -en todas las grandes ciudades- difundiendo la ilusión que esos mayoristas pueden vender con mejor precio al público común.
Así, algunas corporaciones globales ahora establecen los padrones mundiales de agricultura y consumo de alimentos. Ellas son increíblemente duraderas: muchos de los actuales líderes mundiales de esaindustria fueron fundadores del complejo agroindustrial moderno, como Cargill (comerciante de granos), John Deere (máquinas agrícolas), Unilever (alimentos procesados y, en el pasado, plantaciones), Nestlé (productos lácteos y chocolate, McDonald's (fast food) y Coca-Cola (refrigerantes). Dos elementos económicos -el dominio del capital financiero y el impacto de las biotecnologías- resultaron en una onda de fusiones y adquisiciones desde la década de 1980, mudando la cara del sector . En los últimos 20 años, el centro de las atenciones mud ó para los países en “desenvolvimiento capitalista” y para Asia, especialmente para China, que se tornó el principal mercado de commodities .
Nuevos actores globales están surgiendo. Actualmente, tres empresas brasileras son líderes mundiales en el sector de carne. La BRF (formalmente Brasil Foods ) se expandió en Argentina, en Oriente Medio y en Tailandia. La JBS rápidamente compró Swift, la Pilgrim's Pride y parte de Smithfield Foods , tres de las mayores productoras de carne de EUA. Más recientemente, la Marfrig compró la National Beef Packing , de EUA.
Las empresas estatales chinas también están entrando en el juego. La ChemChina adquirió Syngenta , una empresa suiza de agroquímicos y semillas. La Cofco, sigla de la Corporacion Nacional de Cereales, Aceites y Alimentos de China , compró dos tradings de commodities : la Noble , con sede en Singapur, y la empresa holandesa Nidera.
En cuanto eso el comercio global está, más una vez, inclinándose para tendencias proteccionistas. Al mismo tiempo, la revolución digital y la biotecnología están redefiniendo el sector, lo que resulta en el surgimiento de nuevos actores externos. Áreas como Big data1 y veículos inteligentes tornan la producción agrícola y la venta de alimentos atrayentes para empresas como IBM , Microsoft y Amazon. A pesar de su poder abarcante hasta ahora los gigantes del complejo agroindustrial prestaron poca atención al impacto de sus acciones en el resto del mundo.
La brasilera de commodities agrícolas está vinculada a conglomerados de estructura verticalizada, que controlan del plantío a la comercialización.
SLC Agrícola (404 mil hectáreas), Grupo Golin/Tiba Agro (300 mil ha), Amaggi (252 mil ha), BrasilAgro (177 mil ha), Adecoagro (164 mil ha), Terra Santa (ex-Vanguarda Agro , 156 mil ha), Grupo Bom Futuro (102 mil ha) y Odebrecht Agroindustrial (48 mil ha) son algunas de las empresas que explotan el mercado de tierras, tanto para producción de commodities cuanto para especulación financiera.
Este avance del mercado de tierras se da especialmente en el Cerrado. Con 178 millones de hectáreas registradas como propiedad privada y apenas 7% de su área protegida, el bioma presenta de lejos los mayores índices de desmatamiento en Brasil. Según datos del Instituto de Pesquisa Ambiental de la Amazonia (IPAM), entre 2000 y 2015 la eliminación de cobertura vegetal en el Cerrado avanzó a un ritmo alarmante, totalizando 236 mil km². Como comparación, la Amazonia – con una área dos veces mayor – perdió 208 mil km² de mata durante el mismo período. Se estima que 52% del Cerrado ya ha sido degradado o sufrido pérdida irreversible. El principal factor de cambio en el uso de la tierra no podría ser otro que la agropecuaria de escala industrial. En el Cerrado en la actualidad en manos de los Fondos de Pensión de USA y de países europeos como Suecia, Alemania y Holanda.
(Ver traducción síntesis de Juan Berterretche del texto “Costos Ambientales y Humanos del Negocio de tierras”: El caso de MATOPIB A)
Entre 2000 e 2016, de acuerdo con datos de la plataforma MapBiomas , el cultivo de granos (como soja, maíz y sorgo) pasó de 7,4 millones para 20,5 millones de hectáreas, un área dos veces mayor que Portugal; la caña de azúcar saltó de 926 mil para 2,7 millones de hectáreas. La pecuaria mantuvo su reinado indiscutible sobre el Cerrado, avanzando de 76 millones para 90 millones de hectáreas: un territorio equivalente a Venezuela solo de pastos para alimentar ganados. Gran parte de esa expansión se dio sobre el territorio conocido como Matopiba , una área de 400 mil km² que engloba los estados de Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahía, considerada la última frontera agrícola de Brasil y que responde por 45% de las emisiones de gases de efecto estufa del Cerrado. Con apenas 10% de área protegida, Matopiba tiene 57% de los inmuebles rurales en manos de grandes propietarios. Es la disputa por tierras más baratas para explotación agrícola intensificando los conflictos fundiarios: en 2016, la Comisión Pastoral de la Tierra contabilizo 505 conflictos en todo Matopiba , impactando 236 mil personas. Apenas en Maranhão, líder del ranking, fueron registrados 196 conflictos en 75 ciudades, con 13 muertos. En Bahía, la disputa por tierras casi resultó en levantamiento popular cuando, en 2017, la población de Correntina tomó las calles en protesta contra la decisión del Instituto del Medio Ambiente y Recursos Hídricos (Inema ) al conceder a la Hacienda Igarashi, con 2.539 hectáreas, el derecho de bombear 106 millones de litros de agua por día del Rio Arrojado.
Otro bioma bajo amenaza, la Caatinga, presenta datos todavía más impresionantes. Nada menos que 93,2% de las tierras corresponden a propiedades privadas, con apenas 2% del bioma protegido por unidades de conservación.
La invasión masiva enproyectos de irrigación asociados a la transposición del Rio San Francisco han contribuido para la fragmentación del bioma y acelerado el proceso de latifundiarización.
La matemática es simple. Cuanto menos tierras disponibles, mayor la tensión por la ocupación de las áreas restantes. Todavía hay dudas si nuevos mecanismos, como el Cadastro Ambiental Rural (CAR), podrá optimizar la fiscalización de irregularidades, pues la tendencia a la concentración de tierras es capital en las manos de pocos propietarios e inherente al modelo agropecuario brasilero. Nos resta entender si esa situación llevará al Estado a realizar la tan esperada reforma agraria , con un uso perfeccionado de las tierras improductivas, o si presenciaremos en las próximas décadas una explosión de conflictos en el campo. Con el actual gobierno la segunda opción se hace inevitable.
El mercado de máquinas y tecnología agrícola.
El mercado de máquinas y tecnología agrícola es enorme. Con un facturamiento mundial de US$ 137 billones, 2013 fue el mejor año del sector. Desde entonces, las ventas de tractores, máquinas de enfardar, máquinas de ordeñar, equipamientos de alimentación y otros aparatos técnicos están disminuyendo, en función de los bajos precios de los productos agrícolas, saturación de los mercados europeo y norteamericano y diminución de los subsidios.
Lo que viene creciendo , es el mercado de la llamada agricultura de precisión . Según estudio reciente de la Berg Insight,. Sobre el mercado global de soluciones para la “ Agricultura de Precisión” El mercado de máquinas y tecnología agrícola “llegó a 2,2 billones de euros el año pasado y deberá alcanzar 4,2 billones hasta 2021, con un crecimiento anual en torno de 13,6%.
En el sector de equipamientos y máquinas agrícolas, algunas pocas corporaciones dividen el mercado entre sí. En vez de crecer de forma orgánica, estas empresas compraron concurrentes menores y mantuvieron sus marcas. El mercado global es dominado por tres actores: la corporación estadounidense Deere & Company es la líder del mercado; ella es conocida por su mayor marca: John Deere . La CNH Industrial pertenece al grupo Fiat; sus doce marcas incluyen Case, New Holland, Steyr, Magirus e Iveco. El tercero mayor actor es AGCO , de EUA, con Gleaner, Deutz-Fahr, Fendt y Massey Ferguson. Estas tres empresas comparten más de 50% del mercado global. Apenas la Deere tuvo un facturamiento de US$ 29 billones en 2015: mayor del que las ventas combinadas de semillas y agro tóxicos de Monsanto y de Bayer .
La digitalización de la producción todavía está en un periodo inicial, más se desenvuelve rápidamente. Sensores miden la producción de leche, los movimientos del ganado y los procedimientos de alimentación. Las evaluaciones de calidad son realizadas online durante el orde ñ e, y no posteriormente en un laboratorio. En el cultivo agrícola, la “ agricultura de precisión” optimiza las operaciones, economizando dinero y recursos y aumentando los rendimientos.
Tractores son operados por GPS; aplicativos dan a los productores datos sobre la calidad del suelo a través de redes sin cables y calculan los padrones ideales de sembrado a las distancias del plantío. Los drones pueden controlar la pulverización de agro-tóxicos. La tecnología de información permite que los “sistemas de gerenciamiento de áreas de producción” digitales accedan a bases de datos y combinen informaciones de calidad del suelo con las previsiones meteorológicas. El control de esta tecnología está concentrado en manos de pocas empresas. La digitalización está abriendo nuevos mercados para empresas agrotech . La AGCO y la productora de agro-tóxicos DuPont anunciaron en 2014 que trabajarían juntas en transmisión de informaciones digitales. En el mismo año, la division“ Corporación Climática” de CNH y de Monsanto firmaron un contrato para desenvolver tecnologías de plantío de precisión. Deere y la Corporación Climática concordaron en permitir al sistema de gerenciamiento de hacienda de Deere acceso a los amplios bancos de datos de la Corporación Climática.
AGCO y la empresa química BASF también formaron una sociedad para desenvolver su propio sistema de gerenciamiento rural. CNH introdujo tractores que se auto-conducen en 2016. Sensores orientan el vehículo, tornando desnecesario el tractorista. Ellos están entre los primeros “robots agrícolas”: máquinas que aran, siembran, pulverizan, podan, ordeñan, y recogen. La empresa de consultoría estadunidense Winter Green Research estima que el mercado global de estas tecnologías crezca de US$ 1,7 billones en 2016 para US$ 27 billones en 2023. No en tanto, a Wintergreen prevé una queda del precio de los equipamientos después que ellos pasen a ser producidos en larga escala. En Brasil, la mayor inversión en equipamientos y máquinas agrícolas de precisión se desarrolla en plantíos de soja y maíz, en especial en la región de MATOPIBA (Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahía). Según levantamiento del Laboratorio de Agricultura de Precisión (LAP) da ESALQ/USP, las tecnologías más usadas son pilotos automáticos en tractores, Entre los hacendados que ya usan algún tipo de agricultura de precisión, la mayoría apuesta en ganancias de productividad, y también en la disminución de fuerza de trabajo en la propiedad.
Quienes son los dueños de la tierra en Brasil
Si formasen un país, los latifundios brasileros serían el 12 avo mayor territorio del planeta, con 2,3 millones de km², área mayor que Arabia Saudita.
La coyuntura histórica y geopolítica colonial legó a América Latina la peor distribución de tierras en todo el mundo: 51% de las tierras agrícolas están concentradas en manos de apenas 1% de los propietarios rurales, conforme levantamiento da Oxfam.
Ocupando el 5º lugar en el ranking de desigualdad en el acceso a la tierra, Brasil tiene 45% de su área productiva concentrada en propiedades superiores a mil hectáreas – apenas 0.91% del total de inmuebles rurales. A raíz de la concentración fundiaria Brasil puede ser identificado en la ley de tierras. Aprobada en 1850 por el emperador D. Pedro II, la ley tenía como objetivo suprimir la apropiación de tierras por posesión y usufructo. A partir de ese momento, serian reconocidas apenas las propiedades compradas del Estado (tierras “devolutas” de la Unión) o de terceros. En la práctica, sirvió para imponer que la población negra no tuviera derecho de poseer tierras , en el momento en que el movimiento abolicionista ganaba fuerza y el fin del régimen esclavista ya parecía inevitable mismo para los grandes latifundistas, que todavía retardarían la abolición oficial por más de 38 años.
Con la Ley de Tierras, surge la figura del “poseedor”, consecutivamente usurpada y expulsada durante el avance de la frontera agrícola brasilera. Esa enorme cantidad de tierras públicas sin destino – que todavía componen 10,9% de la superficie agrícola en Brasil, concentradas especialmente en la Región Norte – estimuló la práctica del “grilagem”: la falsificación de títulos de propiedad con fines de apropiación irregular. La extensión de duplicación irregular de registros de inmuebles rurales en Brasil puede ser vislumbrada en el (Atlas de la Tierra Brasil 2015): el país tiene registrados 38 millones de hectáreas de tierras a más de lo que su superficie total comporta, fenómeno conocido en el país como “beliches fundiários”. Brasil posee 453 millones de hectáreas bajo uso privado, que corresponden a 53% del territorio nacional. Según los datos del Atlas de la Agropecuaria Brasilera, -un proyecto de Imaflora en sociedad con GeoLab da Esalq/USP-, 28% de las tierras privadas tienen tamaño superior a 15 módulos fiscales. Los latifundios brasileros serian el 12º mayor territorio del planeta, con 2,3 millones de km² si formasen un país.
Apenas con nuestras tierras improductivas podríamos formar otro país de dimensiones continentales: los 66 mil inmuebles declarados como “grandes propiedades improductivas”, en 2010, totalizaban 175,9 millones de hectáreas. Solo, esta extensión de tierras sería suficiente para resolver la demanda por reforma agraria y conceder títulos a los 809.811 productores rurales sin-tierra.
De los 26 estados brasileros más el Distrito Federal, 16 cuentan con más de 80% de sus tierras en propiedades privadas. El caso de Mato Grosso do Sul es ilustrativo: con 92,1% de su área bajo títulos privados, el estado tiene también el mayor índice de latifundios (83%) entre inmuebles rurales en Brasil. La concentración de tierras en grandes propiedades es una característica destacada de la región Centro-Oeste, cuyo tamaño medio de los inmuebles rurales de 339 hectáreas, contra una media nacional de 79 hectáreas. Mientras el “coronelismo ” siga como práctica vigente en varias regiones del país, el proceso de ocupación y uso de la tierra en Brasil se tornó más estructurado y viene progresivamente integrándose a las cadenas globales de valor, muchas veces en asociación al capital transnacional.
Dividendos y Accionistas: 3G Capital y la Financierizacion de la industria de alimentos y bebidas.
Centrando todos los esfuerzos en la ampliación del lucro y no en la expansión de la empresa.
Adquisiciones en larga escala en la industria de alimentos y bebidas no son ninguna novedad. Reflejando tendencias de otros sectores, en el final de la década de 1980 y la década de 1990, corporaciones como la Nestlé y la Kraft diversificaron el control sobre sus marcas haciendo adquisiciones en diversos mercados. Desde el final de la década de 1990, los inversores financieros comenzaron a ejercer una fuerte influencia en las fusiones y adquisiciones en el sector de alimentos y bebidas.
Las empresas fueron instadas a concentrarse en sus principales marcas e industrias, y a hacer adquisiciones verticales y horizontales dentro del mismo sub-sector. La gran ampliación del lucro, era el objetivo principal y no la expansión de la empre sa. En vez de acumular capital para expandir las operaciones de una empresa, los inversores financieros exigían canalización del flujo de caja en pagos de dividendos y el rescate de acciones, dando a los inversores financieros (y no a la propia empresa) la flexibilidad para diversificar sus inversiones.
Se trató de un proceso de Financierización de la industria de alimentos y bebidas. Tanto los inversores institucionales como los principales analistas del mercado querían que las adquisiciones fuesen “ alavancadas ” – es decir basadas en títulos de deudas. Desde el inicio de los a ñ os 2000, todas las principales adquisiciones en el sector de alimentos y bebidas fueron justificadas con el pretexto de aumentar el valor de corto plazo para el accionista. Y no de la expansión empresarial.
Una de las más prominentes empresas de capital cerrado que reestructuró varias compañías de forma fundamental fue la 3G Capital. Fundada en 2004 por Jorge Paulo Lemann y socios, la 3G tiene sede en New York y escritorios en Rio de Janeiro y en São Paulo. Antes de fundar la 3G , Lemann y sus socios establecieron las bases de su patrimonio a través de inversiones y adquisiciones que resultaron en la formación de la gigante de la cerveza brasilera: Ambev. En 2010, 3G adquirió Burger King , y la deuda pendiente de la empresa, por US$ 4 billones. Cerca de un tercio de Burger King era de propiedad de otro consorcio de capital cerrado y aproximadamente dos tercios fueron lanzados al mercado. Como parte de este nuevo modelo de negocio estaba la “iniciativa refranchising2”: antes de 2010, los más de 13 mil restaurantes de Burger King , (1.344) todavía eran de propiedad de la empresa. En 2013, este número baj ó para apenas 52. En 2013, 3G Capital uni ó fuerzas con Berkshire Hathaway , del inversor Warren Buffett , y compró la gigante de alimentos Heinz. Dos años después, en 2015, la Heinz adquiri ó el Grupo Kraft Foods por US$ 62 billones para formar la Kraft Heinz , la quinta mayor empresa de alimentos y bebidas del mundo, con un capital de USA 6,6 billones en 2016.
Los motivos de esa fusión son sintomáticos de toda la onda de fusiones de los últimos años: en tanto Heinz tenía una fuerte posición global, con 61% de sus ventas realizadas fuera da América del Norte, 98% de las ventas da Kraft Foods eran generadas en América do Norte. En el momento de la fusión, Kraft tenía una clasificación de crédito muy buena, lo que facilitó el refinanciamiento de su deuda por parte de 3G y de Berkshire . La dirección anunció reducción de costos como resultado de sinergias y de racionalización de estructuras logísticas, por un total de US$ 1,5 billón por año en los primeros tres años.
Esa racionalización resultó en la pérdida de cerca de 5 mil empleos. En EUA y en Canadá, un quinto de las de las fábricas de procesamiento fueron cerradas. Dos a ñ o s después, en febrero de 2017, 3G tentó, a través de Kraft Heinz , la adquisición de una rival mucho mayor.
Una única empresa de capital cerrado, la brasilera 3G Capital , controla algunas de las mayores corporaciones de alimentos y bebidas del mundo. Su agresiva estrategia de adquisición es apenas la punta del iceberg. Después de no conseguir comprar Unilever , 3G sigue procurando nuevos objetivos.
Declaración de mujeres feministas agro-ecológicas
Para nosotras, mujeres feministas agro-ecológicas, la Agro-ecología ha sido un camino colectivo de construcción de una filosofía de vida que, a partir de una forma de pensar y hacerla agricultura, propone relaciones justas, igualitarias y equilibradas entre las personas y de ellas con el ambiente, orientando así visiones de mundo, acciones cotidianas, actuaciones políticas y prácticas productivas, de consumo y de construcción de nuevas relaciones sociales pautadas en los valores de ética, solidaridad, reciprocidad y principios de precaución y responsabilidad.
Con esa afirmación, recusamos una visión cientificista y mecanicista, todavía muy presente en el mundo académico en la práctica cotidiana de parte de las organizaciones, que resume la agro-ecología a la transición de un modelo de producción. No basta substituir los venenos y abonos químicos por insumos agro-ecológicos u orgánicos en la producción de alimentos, energía, fibras, etc.
En nuestra perspectiva es preciso enfrentar las contradicciones de clase, transformar las relaciones sociales entre hombres y mujeres y entre las generaciones, combatir el racismo resignificar las conexiones entre campo y ciudad para la construcción de otro mundo posible.
Seguimos afirmando el lema “Sin feminismo no hay Agro-ecología”, construido por el Grupo de Trabajo de Mujeres de la Articulación Nacional de Agro-ecología (GT Mujeres de ANA), que expresa nuestro entendimiento sistémico de que la agro-ecología es ciencia, práctica y movimiento! las mujeres rurales, urbanas y los pueblos y comunidades tradicionales son protagonistas de este movimiento, renovando conceptos y prácticas, estando al frente de procesos de transición agro-ecológica, de reconocimiento y valorización de sistemas agrícolas tradicionales sustentables, resistiendo los avances de la mercantilización de la vida y de la naturaleza.
Afirmamos ese lema porque, para nosotras, el Feminismo y la Agro-ecología son parte del proyecto de transformación de la sociedad que garantice la soberanía de los pueblos sobre sus territorios y promueva la producción y el consumo de alimentos saludables, a partir del uso y manejo sustentable de los agro-ecosistemas, al mismo tiempo en que reconozca el conocimiento y trabajo de la contribución económica de las mujeres para la sustentabilidad de la vida y promueva la autonomía, igualdad y libertad. El feminismo por el cual levantamos nuestros puños y banderas es el feminismo popular, anticapitalista, antirracista, anti-LGBT-fóbico!
Creemos que es preciso mudar el mundo para mudar la vida de las mujeres y, solamente con transformaciones radicales en la sociedad, será posible alcanzar un mundo más justo e igualitario para todas e todos! El feminismo por el cual militamos es construido a partir de la reflexión crítica sobre el cotidiano de las mujeres. Y mirando para las contradicciones, violencia y la opresión que vivenciamos por el simple hecho de ser mujeres, que vamos construyendo nuestras formas de resistencia y nuestra agenda política.
Es por este motivo que denunciamos la articulación entre el capitalismo, o patriarcado y el racismo que se expresa de maneras diferentes a lo largo de la historia para explorar nuestros cuerpos, nuestro trabajo y nuestros territorios! Por tanto afirmamos que el mundo por el cual nuestro feminismo y nuestra agro-ecología luchan solo será posible con el enfrentamiento al capitalismo, al patriarcado y al racismo, para la construcción de la autonomía de las mujeres sobre sus vidas, sus cuerpos, su trabajo, sin amenazas cotidianas de violencia en las casas, en las calles, en las plantaciones, en las redes y en los movimientos sociales. En la construcción de la Agro-ecología precisamos ser oídas: es fundamental que nuestras realidades, ansias, concepciones y contribuciones sean consideradas.
Anunciamos: Nosotras somos parte fundamental de esa Historia y de esa Memoria! Nuestra lucha es todo el día! Somos memoria de la agro-ecología! Antes y Ahora!
EROSIÓN GENÉTICA: El camino de las semillas, de los campos a los bancos.
La historia es conocida, se remonta hace unos 10.000 años atrás, el ser humano decide asentarse y para esto tendría que pasar de la recolección a la producción de su propio alimento. Se daba entonces inicio a una relación inalienable entre humano y vegetal que traería consigo una innumerable biodiversidad alimentaria, que evolucionaría junto a él en un acto de dependencia mutua.
La historia de la diversificación cultural, sería igualmente aquella de la diversificación vegetal, lo que hoy se conoce como “diversidad biocultural”, y se esparce por toda la rica ruralidad latinoamericana, llena de tradiciones, cultura y espiritualidad, aunque claramente no es la misma de hace 50 años atrás, ha sido intervenida, sometida y erosionada.
Es la mañana de un día cualquiera, Hortensia Lemus, indígena diaguita de la Región de Atacama, representante de la Alianza Biodiversidad Alimentaria, espera ansiosa la llegada de distintos agricultores que vendrán a reinaugurar el primer Semillero de las comunidades indígenas y campesinas de Chile. Han sido años de trabajo constante e incondicional, las semillas ya no pueden andar esparcidas por ahí, había que construirles casa fija.
La primera fue sólo un container prestado y luego retirado, y aunque no hay ningún tipo de apoyo para la iniciativa, el equipo decide actuar, “las semillas son la base de nuestra vida, nos servirán a todos, así que todos aportaremos”. La ausencia de recursos se compensaría con trabajo y voluntad, es así que el mes de septiembre de 2018 con la dirección de los dos maestros del equipo Gilberto y Andrés, materiales reciclados y pequeñas colectas, se inaugura el semillero fijo, con aproximadamente 1.000 variedades distintas de semillas tradicionales. Se continúa también con los semilleros de campo a cargo de distintos agricultores, Carlos Castillo el maestro de todos, Ricardo, Ruth, María Eugenia, Miguel, la misma Hortensia y otros tantos, se encargan cada año de mantener a la semilla evolucionando, adaptándose y produciendo alimentos en un desierto de transición que cada ciertos años florece en un espectáculo incomparable. Semillas desaparecen de los campos con una rapidez que asusta, la sustitución por semillas modernas y los monocultivos se presentan como las principales causales, no es novedad. Los años de trabajo de recuperación de sus semillas tradicionales han dejado valiosa y preocupante información.
Este concepto conocido como erosión genética viene siendo advertido desde hace décadas y se aceleró desde los años ‘50 cuando la llamada Revolución Verde invade los campos con su semilla híbrida, que con su fama de ser mejorada y de alto rendimiento, subvencionada por su alto costo, sedujo a gran parte de los custodios de semillas tradicionales a adoptarlas, dejando a su propia semilla olvidada.
En las tantas reuniones, en conjunto con el pueblo mapuche y aymara , sale a la palestra el tema de los bancos de germoplasma , que muchos de ellos han visitado, dicen que hay miles de semillas, que muchos fueron con la ilusión de traer algunas, a otros se les dijo que mandaran solicitudes.
En conclusión, de los cientos de agricultores partícipes, absolutamente ninguno ha recibido semillas de estos bancos, ni una sola.
Comienzan entonces a aparecer un sin número de dudas y entre conversa y conversa, también muchos recuerdan la cantidad de veces que han dado sus semillas a diversas instituciones e investigadores sin cobrar ni preguntar nada.
Los bancos de germoplasma, se masifican con la creación del grupo consultivo (GCIAI) en el año 1971, cuyos fundadores serían entre otros, el banco mundial, la FAO, las fundaciones Rockefeller y Ford junto a algunos gobiernos de países industrializados. Es así que, a comienzos de los años ‘70 había menos de 10 bancos con medio millón de muestras. Aproximadamente, y para el año 2010 ya sumaban más de 1750 con más de 7,4 millones de muestras, cambiando drásticamente el mapa mundial de recursos fitogenéticos, su disponibilidad y dueños.
¿Cómo se llenaron?, con misiones o expediciones de recolección, cuyo blanco principal eran precisamente las comunidades indígenas y campesinas, son ellos quienes han mantenido sus semillas, ya sea por tradición o por como dicen algunos profesionales, por no tener acceso a la semilla mejorada por su alto costo. Respecto a eso, los agricultores tenían mucho que opinar, un solo ejemplo: en Chile, 5000 semillas de un tomate tradicional indeterminado son gratuitas, 5000 de una variedad heirloom pueden costar 18,7 dólares, sin embargo la misma cantidad de un híbrido costará 749 dólares, este ejemplo puede replicarse a diversas especies .
Las misiones de recolección no consideran fronteras, por ejemplo entre 1999 y 2007 Japón organizó 40 misiones de recolección en otros países, por su parte USA en febrero de 1992 colectó 9 accesiones de poroto desde el mercado público de Temuco, Chile. Sin embargo años antes, en 1962, colectó 527 variedades que luego donó al CIAT, la mayoría de las cuales ya no se encuentran en los campos nacionales. ¿Quién tiene acceso?, para esto existen los llamados acuerdos de transferencia de material (ATM), exclusivos para investigadores. Existen algunos ejemplos muy aislados y poco frecuentes de entrega a agricultores, pero es la excepción de la norma. Por otra parte entre los bancos de distintos países también realizan intercambios, es así que se pueden dar casos bien particulares, por ejemplo Argentina declara tener 7 variedades tradicionales de quínoa, 5 del país y 2 chilenas.
La pérdida de biodiversidad agrícola es un hecho absolutamente aceptado por la comunidad científica, y también por muchos indígenas y campesinos que en algún momento donaron sus semillas, a los cuales hoy ya no tienen acceso. Con 16 variedades de quínoa tradicionales de Argentina.
La República Eslovaca en uno de sus bancos tiene 8 accesiones de quínoas originarias de Chile, sin embargo le fueron donadas por USA. En RepúblicaCheca existe una accesión de trigo Copifen chileno (hoy desaparecido de los campos) que les donó el IPK Alemán, este mismo instituto tiene el tradicional ají Cristal Chileno que les fue donado en 1960 por el VIR de Rusia.
¿Hay semillas más importantes que otras?, evidentemente las colecciones más grandes son de los 4 principales cultivos con los que hoy se alimenta el mundo, habiendo cientos de especies de importancia alimentaria que hoy se consideran subutilizadas, solo por no ser comerciales, por ejemplo la quínoa y el amaranto que hasta hace algunos años eran solo de importancia para pueblos indígenas latinoamericanos, hoy se consideran súper alimentos.
El año 2000 la UBA de Argentina no declara variedades de quínoa, sin embargo en 2010 informa de 500 accesiones.
El CENARGEN de Brasil en 2000 reporta 13 accesiones de amaranto, pero en 2010 estas ascendieron a 2328, claramente es la tendencia económica la que condiciona los bancos de germoplasma.
Por ejemplo las especies silvestres (ESAC), que son una importante fuente alimentaria y genética para posibles mejoras necesarias en un contexto de cambio climático, han sido absolutamente postergadas en prioridad solo por no ser comerciales, es así que en 2010, aún se encontraban insuficientemente representadas en los bancos y sin información respecto a su estado in situ, esto según los informes internacionales de recursos fitogenéticos.
¿Quiénes son los beneficiarios directos?, son los países desarrollados quienes poseen el mayor número de muestras. En 1996 un 45% de estas se repartían entre 12 países, luego en 2010 sólo entre 7, con una preocupante tendencia a la concentración, si a esto sumamos que la producción y distribución de semillas en dichos países está cada vez más en manos de privados, parece quedar claro quiénes son los principales beneficiados.
Sería interesante saber cuánto del material de los bancos de germoplasma se va a manos de empresas, pero en general, no se dispone de esta información.
El uso que se le da a las semillas en los bancos es con fines de mejora, para supuestamente entregar semilla de mejor calidad a los agricultores, esto conlleva entonces a mantener los procesos de sustitución que han sido indicados como la principal causa de la erosión genética, gran contradicción entonces.
Por lo demás son muchas las semillas tradicionales que igualan o superan a híbridos en cuanto a rendimientos, produciendo semilla viable, accesible y adaptada a diversas condiciones de campo.
Negar la importancia de los bancos de germoplasma sería absurdo , en los campos latinoamericanos así como Hortensia y su grupo, se repiten las iniciativas de conservación de semillas en lugares especiales, son necesarios, sin embargo debiesen ser un complemento de la conservación en campo, manteniendo los procesos evolutivos de la semilla, que han sostenido la propia vida humana.
Cuesta creer que a algunos kilómetros del semillero de doña Hortensia, está un banco base con miles de semillas en frío, que hoy podrían estar en los campos.
Hay entonces una pregunta que no podremos contestar, ¿por qué los principales custodios y fitomejoradores históricos han quedado privados del acceso a los recursos fitogenéticos que ellos mismos donaron?.
Es paradójico ver que mientras hablamos de erosión genética, los bancos de germoplasma estén llenos de ella, en un estado difícil de evaluar, con muchas muestras en riesgo de perderse por los años, por la falta de regeneración y principalmente, por la ausencia de intervención directa campesina en los bancos de germoplasma.
Agro-tóxicos y Semillas
Un año y medio después de la propuesta inicial, en Junio de 2018, Bayer cerró finalmente su acuerdo de compra por Monsanto, liderando un grupo de fusiones que concentran un fuerte poder oligopólico en el mercado de agro-tóxicos y semillas.
Un poco antes, Chem China compraba Syngenta , y lograba la aprobación tanto de la Union Europea como del gobierno chino.
Mientras que Dow y Dupont se fusionaron hace menos de un año, y se focalizaron en tres grandes rubros, como agricultura, nuevos materiales y agroquímicos, para convertirse en Brevant , aunque sin dejar de utilizar su denominación comercial más conocida y globalmente expandida como “ Pioneer ” en semillas.
Tres transnacionales llegan a controlar así más del 60 por ciento de los mercados de semillas comerciales y de agroquímicos. Crean y ofrecen casi todas las plantas transgénicas de este planeta. También dominan la mayoría de los registros por la propiedad de las plantas en la Oficina Europea de Patentes que recaen así en estos tres conglomerados.
El nuevo gigante entre estas tres grandes empresas es claramente Bayer . Una tercera parte del mercado global de semillas comerciales y una cuarta parte del mercado de pesticidas conforman a la transnacional agrícola más grande del mundo. Bayer pagó por Monsanto un precio de compra de 66 mil millones de dólares y a su vez se desprendió de parte de sus negocios, transferidos a BASF por 9.000 millones.
ChemChina también pagó 43 millones.
ChemChina también pagó 43 mil millones de dólares para quedarse con Syngenta . La transnacional china – la química más grande de su país - ya es productora de pesticidas no patentados. Con Syngenta adquirió también, además de la línea de pesticidas y semillas, un enorme conocimiento en el rubro de los cultivos genéticamente modificados.
No obstante, partes de la población china miran más bien con escepticismo a los transgénicos, tanto en los campos como en sus platos.
Ni siquiera los medios especializados exponen con claridad si el gobierno quiere allanar el camino a las plantas transgénicas en China.
Bayer-Monsanto y DuPont-Dow seguirán siendo sociedades anónimas y, como tales, deberán seguir rindiendo cuentas ante sus accionistas.
Luego de su compra Syngenta aún no volvió a la Bolsa de Valores, aunque en el primer año luego de esta venta, sus ganancias superaron los 1.000 millones de dólares.
Bayer financió la compra de Monsanto con créditos por 57 mil millones de dólares. El precio de adquisición y las deudas fueron justificados por su Board, dado el enorme potencial de los mercados agrícolas globales.
En semillas y pesticidas, pasarían de 85 mil millones por ventas en 2015 a 120 mil millones de dólares en 2025, estima Bayer .
Por comparación: en esta área, Bayer y Monsanto facturaron juntos en 2015 alrededor de 25.5 mil millones de dólares y obtuvieron ganancias por 5 mil millones de dólares. Bayer ocupaba en 2017 el décimo lugar en el mundo como productor de químicos. Su línea agrícola CropScience no se convirtió en una propia rama empresarial sino hasta poco después del año 2000. Fue gracias a las adquisiciones de otras empresas que entró en la liga de las multinacionales de semillas.
El paso de compras de empresas de semillas por parte de las agroquímicas, ha sido también seguido por Bayer . Entre los productores más grandes del mundo se cuentan ahora cinco transnacionales que, en sus orígenes, se dedicaban a la producción de agroquímicos: Monsanto, DuPont, Syngenta, Dow y Bayer. Nadie compró en su historia tantas empresas de semillas como Monsanto .
Desde la década de 1990, adquirió en todo el planeta y llegó a dominar una cuarta parte del mercado comercial de semillas.
Monsanto era así el dueño de la mayoría de las plantas transgénicas, pero también vendía muchas semillas convencionales, sobre todo de hortalizas.
Sin embargo, la presencia de la transnacional no es fácilmente reconocible, porque las empresas que compró por lo general siguen operando con sus nombres originales. El logo de Monsanto aparece con poca frecuencia en los empaques de semillas.
Un año y medio después de la propuesta inicial, en Junio de 2018, Bayer cerró finalmente su acuerdo de compra por Monsanto, liderando un grupo de fusiones que concentran un fuerte poder oligopólico en el mercado de agro-tóxicos y semillas.
Un poco antes, Chem China compraba Syngenta, y lograba la aprobación tanto de la Unión Europea como del gobierno chino.
Mientras que Dow y Dupont se fusionaron hace menos de un año, y se focalizaron en tres grandes rubros, como agricultura, nuevos materiales y agroquímicos, para convertirse en Brevant , aunque sin dejar de utilizar su denominación comercial más conocida y globalmente expandida como “Pioneer” en semillas.
Tres transnacionales llegan a controlar así más del 60 por ciento de los mercados de semillas comerciales y de agroquímicos. Crean y ofrecen casi todas las plantas transgénicas de este planeta. También dominan la mayoría de los registros por la propiedad de las plantas en la Oficina Europea de Patentes recaen así en estos tres conglomerados.
El nuevo gigante entre estas tres grandes empresas es claramente Bayer . Una tercera parte del mercado global de semillas comerciales y una cuarta parte del mercado de pesticidas conforman a la transnacional agrícola más grande del mundo. Bayer pagó por Monsanto un precio de compra de 66 mil millones de dólares y a su vez se desprendió de parte de sus negocios, transferidos a BASF por 9.000 millones.
ChemChina también pagó 43 mil millones de dólares para quedarse con Syngenta. La transnacional china – la química más grande de su país - ya es productora de pesticidas no patentados. Con Syngenta adquirió también, además de la línea de pesticidas y semillas, un enorme conocimiento en el rubro de los cultivos genéticamente modificados.
No obstante, partes de la población china miran más bien con escepticismo a los transgénicos, tanto en los campos como en sus platos.
Ni siquiera los medios especializados exponen con claridad si el gobierno quiere allanar el camino a las plantas transgénicas en China.
Bayer-Monsanto y DuPont-Dow seguirán siendo sociedades anónimas y, como tales, deberán seguir rindiendo cuentas ante sus accionistas.
Luego de su compra Syngenta aún no volvió a la Bolsa de Valores, aunque en el primer año luego de esta venta, sus ganancias superaron los 1.000 millones de dólares.
Bayer financió la compra de Monsanto con créditos por 57 mil millones de dólares. El precio de adquisición y las deudas fueron justificados por su Board, dado el enorme potencial de los mercados agrícolas globales.
En semillas y pesticidas, pasarían de 85 mil millones por ventas en 2015 a 120 mil millones de dólares en 2025, estima Bayer .
Por comparación: en esta área, Bayer y Monsanto facturaron juntos en 2015 alrededor de 25.5 mil millones de dólares y obtuvieron ganancias por 5 mil millones de dólares. Bayer ocupaba en 2017 el décimo lugar en el mundo como productor de químicos. Su línea agrícola CropScience no se convirtió en una propia rama empresarial sino hasta poco después del año 2000. Fue gracias a las adquisiciones de otras empresas que entró en la liga de las multinacionales de semillas.
El paso de compras de empresas de semillas por parte de las agroquímicas, ha sido también seguido por Bayer . Entre los productores más grandes del mundo se cuentan ahora cinco transnacionales que, en sus orígenes, se dedicaban a la producción de agroquímicos: Monsanto , DuPont, Syngenta, Dow y Bayer . Nadie compró en su historia tantas empresas de semillas como Monsanto .
Desde la década de 1990, adquirió en todo el planeta y llegó a dominar una cuarta parte del mercado comercial de semillas.
Monsanto era así el dueño de la mayoría de las plantas transgénicas, pero también vendía muchas semillas convencionales, sobre todo de hortalizas.
Sin embargo, la presencia de la transnacional no es fácilmente reconocible, porque las empresas que compró por lo general siguen operando con sus nombres originales. El logo de Monsanto aparece con poca frecuencia en los empaques de semillas.
Brasil Agro-tóxicos
En julio de 2019 el gobierno Bolsonaro liberó 51 agro-tóxicos y totalizó 290 en el año.
En el listado publicado en el Diario Oficial de la Unión (DOU), 28 están clasificados como medianamente tóxicos, 17 como extremamente tóxicos, cinco serian poco tóxicos y unos es altamente tóxico. De acuerdo con el documento, 27 de esos productos son peligrosos al medio ambiente, 18 son muy peligrosos, cinco son poco peligrosos y uno es altamente peligroso.
El ritmo de aprobación de esa nueva lista ya es mayor en relación a los últimos a ñ os. En 2018, 229 productos fueron liberados entre enero y julio, totalizando 422 en el a ñ o, en cuanto que en 2017, fueron 195 productos en el primer semestre y 405 en el a ñ o.
En julio de 2019 el gobierno Bolsonaro liberó 51 agro-tóxicos y totalizó la autorización de 290 venenos en el a ñ o.
Un relatorio divulgado por el Instituto Brasilero de Medio Ambiente (Ibama) revel ó que la agricultura brasilera lleg ó a usar 539,9 mil toneladas de pesticidas en 2017. Brasil es considerado en la actualidad el mayor consumidor de agro-tóxicos del mundo.
El análisis revela que, de este número total, por lo menos 32% de los productos ya son prohibidos en toda la Unión Europea.
Brasil es considerado el mayor consumidor de agro-tóxicos del mundo en números absolutos.
Brasil lidera índice mundial de asesinatos por conflictos rurales.
Agosto 2019: Estudios indican que Brasil es el país con mayor número en el mundo, de asesinatos por conflictos rurales
4 Estudios indican que Brasil es el país con el mayor número de asesinatos por conflictos rurales en el mundo Brasil lidera la lista de países con mayores asesinatos por conflictos rurales del mundo, con una cifra de 1678 ciudadanos asesinados entre 1985 y 2003, y de 57 solo en 2017En 2017 ocurrieron en el mundo 201 asesinatos de campesinos, activistas comunitarios, indígenas y ecologistas, de los cuales 57 tuvieron lugar en Brasil.La Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), una organización no gubernamental dedicada a la defensa de las trabajadoras y trabajadores de las áreas rurales brasileñas, señala que estas muertes son causadas principalmente por el sector del agro-negocio.
El Presidente de Brasil Jair Bolsonaro, entregó al Ministerio de Agricultura dirigido por el Agro-Negocio la demarcación de tierras indígenas.
De esta forma quitó derechos y obligaciones a la Fundación Nacional del Indio y al Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra).
Las ONG denunciaron “ la desigualdad en el mercado de los recursos naturales que muchos campesinos pagan con su propia vida”.
Señalaron que las élites agrícolas acorralan a los campesinos, agricultores, y afrodescendientes, y que estas poblaciones no cuentan con protección del Estado, viéndose sometidas a la impunidad.
El sociólogo e investigador en doctorado en la Universidad Federal Rural de Río de Janeiro, Fabricio Teló, explicó que: " en Brasil continúa existiendo un hegemonismo de los terratenientes en el Estado, tanto en el Ejecutivo, como en el Legislativo y Judiciario , y esto favorece la impunidad de quienes contratan a profesionales de la violencia para practicar abusos y crímenes en las poblaciones rurales".
Las comunidades indígenas exigieron al Gobierno brasileño respeto por sus costumbres, lenguas y tradiciones.
El especialista Fabricio Teló indicó también que para evitar que este tipo de actos sigan ocurriendo es necesario crear una reforma agraria de éxito que vaya mucho más allá de una simple distribución de tierras, por las cuales hay en Brasil una disputa histórica.
“Es fundamental desarrollar proyectos consistentes de asistencia técnica, comercialización, facilitación de productos, educación integrada a la realidad del campo, vivienda digna, oír más las organizaciones indígenas, campesinas y quilombolas”, expresó.
También indicó que los asesinatos deben ser investigados a fondo para poder sancionar no solo a quienes son los autores materiales “que raramente son castigados”, sino a los autores intelectuales.
En Brasil.to: A
4 Estudios indican que Brasil es el país con el mayor número de asesinatos por conflictos rurales en el mundo Brasil lidera la lista de países con mayores asesinatos por conflictos rurales del mundo, con una cifra de 1678 ciudadanos asesinados entre 1985 y 2003, y de 57 solo en 2017En 2017 ocurrieron en el mundo 201 asesinatos de campesinos, activistas comunitarios, indígenas y ecologistas, de los cuales 57 tuvieron lugar en Brasil.La Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), una organización no gubernamental dedicada a la defensa de las trabajadoras y trabajadores de las áreas rurales brasileñas, señala que estas muertes son causadas principalmente por el sector del agro-negocio.
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